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Dentro de un arte donde está todo inventado es el modo de contar una historia lo que marca la diferencia y con su nuevo trabajo el director Richard Linklater vuelve a demostrar que es un maestro absoluto en su oficio.
Podría hacer una lista con 50 grandes películas que tiene como premisa una road movie en la que un grupo de personajes buscan la redención de sus demonios personales a través de un viaje.
El reencuentro no ofrece nada nuevo que no hayamos visto en otros filmes y tal vez no representa el guión más inspirado del Linklater.
Sin embargo, la experiencia de disfrutar a Bryan Cranston, Steve Carrell y Lauren Fishburne en estos personajes es lo que marca la diferencia y genera que la película sea tan amena, pese al terreno convencional en el que se desarrolla.
La trama es una adaptación de la novela Last Flag Flying, de Darryl Ponicsan que fue una continuación de The Last Detail, adaptada en el cine, en 1973, con Jack Nicholson, Randy Quaid y Otis Young.
Aunque algunos medios describieron a El reencuentro como una continuación espiritual de The Last Detail, el propio Linklater se encargó de aclarar en entrevistas que no hay ninguna conexión entre los dos filmes, algo que es cierto.
El director de Boyhood en este caso utiliza el relato de Ponicsan, quien también colaboró con el guión, para explorar el concepto de patriotismo más allá de las exaltaciones nacionalistas.
La trama construye un lazo entre los veteranos de Vietnam y los soldados que participaron de la invasión de Irak tras los atentados del 11 de Septiembre, que también resultaron manipulados por el gobierno norteamericano en otra guerra sin justificación.
El film ahonda en el valor de la verdad, los héroes inventados (un karma de la cultura estadounidense desde la famosa foto de la Batalla de Iwo Jima) y la religión a través de un relato tragicómico que genera que esta película sea tan disfrutable.
Tiene momentos solemnes, otros desgarradores pero también sorprende con algunas situaciones graciosas muy efectivas por la gran química que tienen los protagonistas.
Si bien se excede un poco con su duración y las numerosas discusiones de estos veteranos de guerra que no llegan a nada, la película nunca llega a ser densa gracias a los vínculos humanos que se generan entre estos personajes.
Disfruté mucho de El rencuentro y recomiendo tenerla en cuenta porque es una película muy emotiva de Richard Linklater sobre una temática que nunca había trabajado en su filmografía.