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Preparate para llorar, reír y emocionarte con la interpretación más conmovedora en la carrera de Sylvester Stallone.
Como fan de Rocky la verdad que este proyecto no me despertó precisamente un gran entusiasmo en el momento de su anuncio.
El argumento de la serie había tenido su conclusión perfecta en Rocky Balboa y no le encontraba sentido que se extendiera con el hijo de Apollo Creed.
Después de ver la película puedo afirmar que es una tremenda historia que no decepcionará a ningún fanático hardcore de la saga.
Esta es la primera vez que una producción relacionada con este personaje no es concebida por Stallone.
Creed fue un proyecto escrito por Ryan Coogler, un cineasta independiente que se hizo conocido en el Festival de Cine de Sundance, con su ópera prima Fruitvale Station (ver nota).
Una de las claves del éxito de este film residió en que Coogler trabajó el argumento con mucho respeto y cuidado hacia la saga original.
Creed no era una película sencilla de concebir porque un guión malo podría haber arruinado todo lo que había logrado Stallone en Rocky Balboa.
Sin embargo, la propuesta de este joven director funciona a la perfección ya que no es una continuación forzada, sino una nueva historia que fluye en armonía con la serie clásica.
Uno de los elementos más atractivos de esta película es que explora la vida de la familia de Apollo Creed sobre la que nunca tuvimos información luego de Rocky 4.
En la primera escena se establece que Adonis Creed fue un hijo que Apollo tuvo en una relación extramatrimonial y posteriormente fue adoptado por la esposa del pugilista.
El director Coogler logra que la historia de Adonis sea interesante desde su introducción en el relato, donde jugó un papel fundamental el trabajo de Michael B. Jordan (Los Cuatro Fantásticos ).
Más allá de su llamativa transformación física para este papel, Jordan es un tipo carismático que logra que uno se interese por el conflicto personal que vive el joven Creed.
Adonis se hace querer enseguida por la manera en que lo interpreta el protagonista y a partir del momento en que se encuentra con Rocky la película se vuelve sumamente emocionante.
Algo que me impactó mucho de este film, porque no me lo esperaba, es lo bien que trabajaron los guionistas el balance entre el humor y el drama.
Hay diálogos muy graciosos que funcionan a la perfección y contribuyen a descomprimir los momentos dramáticos que son intensos por la situación que atraviesa Rocky con su salud.
Lo que me encantó de Creed es que es una película que tiene su propia personalidad. Ryan Coogler nunca intentó brindar una copia barata de Rocky, sino que construyó un mundo diferente para la historia de Adonis que luego se fusiona con la de Balboa.
Creed Jr. pertenece a una nueva generación y esta cuestión también está planteada en el tratamiento cinematográfico que tuvo la película.
Algo que se puede percibir principalmente en la manera que se retrata la comunidad de Filadelfia de estos días y la banda de sonido que se centra más en el Rithm and Blues y el Hip-Hop, con mejores resultados que en Rocky 5.
Desde lo estrictamente cinematográfico Creed tiene una clara conexión con Rocky Balboa.
Una característica que está muy presente en el perfil del oponente principal de Adonis y el modo en que se filmó la pelea central.
En la realización del combate final el director Coogler sorprende con un soberbio plano secuencia, de casi 10 minutos, que narra los primeros dos rounds.
Una secuencia que por otra parte retoma el estilo de transmisión televisiva que había tenido Rocky Balboa, donde inclusive vuelven a aparecer los mismos periodistas deportivos que comentan la pelea, algo que mantuvo la tradición de la saga en este aspecto.
Ahora bien, más allá de estas virtudes que presenta el trabajo de Coogler, lo mejor de Creed pasa por la extraordinaria interpretación de Stallone que logra robarte algunas lágrimas y risas a lo largo del film.
Su nominación al Oscar no fue por casualidad. Nunca lo vimos a Sly de esta manera, si bien ya había incursionado en papeles más dramáticos como lo hizo en Cop Land.
En esta película su trabajo se concentró principalmente en un rol dramático donde sorprende a todos con la mejor actuación de su carrera.
En Creed nos encontramos con un Rocky que se convirtió en una versión más compasiva de Mickey.
Balboa le transmite su sabiduría al hijo de Apollo afuera y dentro del ring, pero sin el temperamento explosivo que tenía su viejo entrenador.
Me encantó la relación que se construye a lo largo del film entre los dos personajes que brinda momentos muy emotivos.
Creed es una tremenda película que no defraudará especialmente a ningún fan de la saga y recomiendo no dejarla pasar en el cine.