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El desafío es una película a la cual es muy fácil pegarle y tildarla de mala porque si la analizamos desde lo formal en cómo está construido el guión y desarrollado en la pantalla vamos a encontrar muchos elementos para fundamentar tal análisis, pero, y aquí hay que hacer un gran énfasis en el “pero”, nos encontramos ante un film que tiene que ser analizado de una manera diferente.
“A las películas hay que juzgarlas por lo que pretenden ser”, dice Sir Chandler y es un lema al que suscribo siempre en cada una de mis críticas.
Por eso me tengo que detener a pensar: ¿A quién está dirigido este estreno? Y la respuesta es que está apuntada a un público adolescente que consumió Casi Ángeles y entonces como tal no es una mala propuesta.
También es verdad que si se observan las comedias románticas adolescentes norteamericanas podemos encontrar muchas verdaderas joyas que los realizadores podrían haber imitado y no lo hicieron. Pero al mismo tiempo se mantuvo una identidad autóctona.
La dupla protagónica conformada por Nicolás Riera y Rochi Igarzabal está bien, hay mucha química entre ellos. Lo que sucede es que no le dan tiempo al espectador para que se crea la historia de amor porque la misma surge muy rápido. No hay elipsis para justificar el vínculo entre los personajes.
A la película le resta mucho el insoportable y tremendamente mal actuado papel de Diego Ramos y todo su entorno en lo que tiene que ver el reality show, pero fuera de eso y cuando se focaliza en la historia de amor y el conflicto familiar del personaje de Riera se deja ver sin problemas.
Otro punto a favor del film es lo bien aprovechado que está el paisaje natural ofrecido por la cuenca del Delta y Tigre. Hay muy lindos planos y una buena paleta de colores, lo que es un acierto por parte del director Juan Manuel Rampoldi en su ópera prima.
¿Clichés y lugares comunes? Todos, ¿Final esperado? Obviamente. ¿Importa? La verdad que no por lo dicho en los primeros párrafos y por tratarse de una comedia romántica sin muchas pretensiones.
Claro que podría haber sido mejor y aún hay una deuda en el cine nacional de hacer una película de este género que esté a la altura (o incluso supere) a las grandes obras de Hollywood, pero El Desafío es un paso hacia ello.
En conclusión, nos encontramos ante una película apta y únicamente disfrutable para un grupo de adolescentes muy sectorizado. Así que si no pertenecés a ese gueto apuntá la mirada hacia otro lado.