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Después de varios fracasos consecutivos en su filmografía y algunas películas que dividieron las opiniones en los espectadores (La aldea, La dama del agua), el director M.Night Shyamalan decidió volver a sus fuentes artísticas.
Es decir, el cine independiente.
Con el sueldo que cobró por dirigir After Earth (Will Smith), el realizador financió este proyecto de muy bajo presupuesto donde volvió a tener el control creativo de su obra.
Un problema con el que tuvo que lidiar en sus filmes anteriores realizados para los grandes estudios de Hollywood.
La realidad es que Shyamalan hizo esta película sin la certeza de poder llegar a estrenarla internacionalmente, ya que en el comienzo del proyecto no contaba con el apoyo de ninguna distribuidora.
El panorama comercial mejoró para el director cuando se sumó al proyecto la productora Blumhouse, responsable de películas de terror como Actividad paranormal, La purga y La noche del demonio, que probablemente consiguió la distribución del estudio Universal.
Ahora bien, la pregunta del millón.
¿Los huéspedes representa el gran regreso artístico de Shyamalan?
Si Chandler viera esta película probablemente les diría que no y propondría abrir nuevamente la cárcel de Guantánamo para encerrar al cineasta indio de por vida.
Matías Lértora, que es un ser más compasivo, probablemente la recomendaría con más entusiasmo.
En mi caso personal, considero que Los huéspedes es un regreso de Shyamalan que se queda a mitad de camino.
La película es un poco mejor que las cosas que venía haciendo el realizador, pero no porque sea una gran obra, sino que sus filmes recientes fueron muy pobres.
En la comparación claro que hay una evolución, pero en términos generales el nuevo trabajo de Shyamalan, por lo menos en mi caso, no me terminó de convencer por completo.
El gran problema que tiene Los huéspedes es que Shyamalan nunca definió qué quería hacer realmente con esta historia.
De hecho, editó tres cortes diferentes del film. Uno que era una comedia que parodiaba el subgénero del found footage, otro que presentaba un film de terror más clásico y finalmente un híbrido entre estos dos estilos, que es la película que finalmente se estrenó en los cines.
La verdad que el concepto de la historia está bueno y trabaja ideas interesantes. El problema es la indefinición de géneros que terminó por afectar a la obra en su integridad.
Los huéspedes tiene sus momentos más logrados cuando se centra en el género de terror. El misterio de la historia y la manera en que Shyamalan construye las situaciones de tensión son dos virtudes de esta película donde reaparece el talento del director.
Lamentablemente el film pierde su fuerza cuando Shyamalan incursiona de manera reiterada en el humor con escenas completamente estúpidas que resultan desconcertantes.
En realidad el problema no es tanto el humor, sino la manera en que el director lo abordó en el film. Ese tipo de escenas con el paso del tiempo se vuelven irritantes y terminaron por afectar una película que podía haber sido más interesante si se concentraba de lleno en el thriller.
La película dentro de todo es entretenida pero esta gran ambigüedad que tiene la trama es lo que no termina de cerrar.
Hacia el final Shyamalan le da un buen cierre al conflicto de terror. Sin embargo, luego extiende la conclusión con una escena adicional más dramática que explora las emociones de los protagonistas.
Cuando la película había encontrado un cierre redondo, el director arruina el momento por completo con otra escena cómica durante los créditos finales. Una situación tonta que opaca la sensibilidad que había tenido unos segundos antes la escena anterior.
Vuelvo al tema del comienzo, nunca queda claro cuál era la película que Shyamalan quería hacer.
En Los huéspedes me quedo con los momentos de suspenso y el trabajo de los actores que es muy bueno. Muy especialmente la participación de Kathryn Hahn (Crossing Jordan), una gran actriz que hace años la viene remando en Hollywood y todavía no pudo acceder a tener más roles protagónicos.
Habrá que ver como sigue la carrera de Shyamalan a partir de este film. Su nueva producción es más decente que las cosas que estrenó en los últimos años, pero tampoco está a la altura de las buenas películas que hizo en el pasado.