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Patrick es la remake de un clásico del Ozploitation, nombre con el que se designó a la apasionante movida cinematográfica que tuvo lugar en Australia, durante las décadas del ´70 y ´80.
Fueron propuestas que surgieron del cine independiente y contribuyeron a renovar especialmente los géneros de acción, terror y ciencia ficción. En el siguiente link pueden encontrar una lista de películas esenciales que recomiendo buscar dentro de este estilo
(Ver nota).
El caso de Patrick fue muy interesante porque en 1978 le dio una vuelta original al concepto de los slasher films, que habían comenzado a explotar en los Estados Unidos con La masacre de Texas (1974), Black Christmas (1974) y Halloween, estrenada el mismo año que la película australiana.
La particularidad que tuvo esta producción del director Richard Franklin fue que el asesino era un joven en estado vegetativo, quien mataba personas desde la cama de un hospital a través de la telequinesis.
El film se hizo con muy poca plata y aunque desde los aspectos visuales era muy limitado, lograba enganchar al espectador con la trama y el suspenso que generaba la narración del director. En Australia no funcionó comercialmente pero resultó un enorme suceso en Estados Unidos y Europa y con el tiempo se convirtió en una película de culto. También es muy recordada la banda sonora que estuvo a cargo del guitarrista de Queen, Brian May.
En 1980 se estrenó la continuación clandestina, Patrick Still Lives, dirigida por el italiano Mario Landi. Un film que poco tenía que ver con la producción original y era muy jugado en materia de gore y violencia extrema.
La remake que llega esta semana a los cines afortunadamente resultó una película mucho menos estúpida.
La dirección corrió por cuenta de Mark Hartley, un documentalista que brindó filmes muy interesantes en los últimos años relacionados con el cine.
Hartley fue responsable de Not Quite Hollywood (2008), que se centró en la movida del Ozploitation, y hace unos meses estrenó Electric Boogaloo, la historia de la productora Cannon, que brindó clásicos memorables en los años ´80 con Chuck Norris, Michael Dudikoff y Charles Bronson.
Me pareció interesante lo que hizo el director con la remake de Patrick porque no se limitó a refritar la producción original, sino que abordó la trama por otro camino.
La nueva versión dejó de lado el subgénero slasher para trabajar el conflicto como un típico thriller gótico que trae al recuerdo los filmes de la productora Hammer en los años ´70.
La estética de la Hammer está muy presente en esta película y se puede apreciar claramente en todo el trabajo que tuvo la fotografía y la ambientación de los escenarios que evocan claramente el estilo visual de aquellas producciones.
Hartley le rindió homenaje al film original con varias referencias concretas a lo largo de la trama, pero al mismo tiempo abordó este relato desde una óptica diferente.
La narración es mucho más dinámica que la versión de 1978 y la actriz Sharni Vinson (Cacería macabra) interpretó con convicción el rol de la enfermera Kathy Jacquard. En esta ocasión la música estuvo a cargo del compositor italiano Pino Donaggio, recordado por su labor en clásicos del cine como Venecia rojo shockin (1973), Carrie (1976),Vestida para matar (1980) y Aullidos (1981).
Su la labor para la remake fue muy buena y es un aspecto del film que tampoco pasa desapercibido.
Ahora bien, no esperen encontrar grandes momentos de sustos ni una película apasionante que los inspire a coleccionarla en Blu- ray. Como mencioné antes, la trama se encaró más por el lado del thriller que del terror sangriento.
Sin embargo, frente a toda la basura que se estrenó en el último tiempo, con las infumables propuestas de posesiones demoníacas y fantasmas resentidos, Patrick está bien hecha, cuenta con un reparto decente y dentro de todo se deja ver.