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McFarland es la mejor película deportiva que brindó Disney desde Milagro (2004), protagonizada por Kurt Russell, que narró la hazaña del seleccionado norteamericano de hockey sobre hielo en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980.
Desde fines de los años ´90, el estudio viene incursionando en este subgénero dentro de sus filmes live action con historias basadas en hechos reales.
A partir del éxito que tuvo en el 2000 The Rookie (Dennis Quaid), Disney incrementó la producción de esta clase de propuestas que por lo general funcionan mejor en los Estados Unidos.
En esta oportunidad la trama se centra en el primer equipo de corredores Cross Country de la escuela secundaria de McFarland.
Una ciudad rural de California donde el 90 por ciento de la población es de origen latino. La gran mayoría de las familias viven de la actividad agrícola y tanto la ambientación como la cultura del lugar está más relacionada con México que con los Estados Unidos.
En 1987 el entrenador Jim White (interpretado en el film por Kevin Costner) creó el primer equipo de carreras Cross Country de esa ciudad al descubrir que un grupo de alumnos del colegio secundario presentaban grandes condiciones para el atletismo.
El film se centra en los orígenes de ese primer equipo, cuyos logros tuvieron un enorme impacto en la comunidad de McFarland.
La dirección corrió por cuenta de Nikki Caro, responsable de esa gran película de Nueva Zelanda que fue Jinete de ballenas, estrenada en el 2002
En este proyecto hizo un gran trabajo con el desarrollo de los personajes y el ambiente social en el que se desenvuelven sus vidas. En ese sentido es uno de los dramas deportivos más sensibles que produjo Disney y la labor de Caro fue clave en esta cuestión.
Kevin Costner presenta una muy buena labor dramática en rol del entrenador Jim White y se destaca especialmente con el discurso motivador que le da a sus alumnos al final del film, cuyo mensaje va más allá de las competencias de atletismo.
Costner además formó un buen equipo con los jóvenes actores latinos que interpretan a los corredores de McFarland, quienes no contaban con experiencia en el cine. Este es otro aspecto del film donde fue importante el trabajo de la directora.
Más allá de ser una propuesta muy entretenida, una característica especial de esta producción es que el conflicto se enfoca en el tema de la inclusión social a través del deporte.
En este caso, un grupo de chicos que estaban completamente marginados del sueño americano y una educación universitaria, por medio del atletismo no soló encontraron una oportunidad para superarse en sus vidas, sino que además consiguieron que la generaciones posteriores tuvieran las mismas oportunidades.
Un tema que no se había trabajado en otros dramas deportivos de este estudio con tanta solidez y representa uno de los ganchos más interesantes de esta propuesta.
McFarland resultó una grata sorpresa de Disney y merece su recomendación.