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Luego de la bizarra Batalla naval, una cargada al cine de Michael Bay donde los jubilados de Pearl Harbor terminaban salvando al mundo de los extraterrestres, el director Peter Berg vuelve a los cines con un proyecto más serio que representa el mejor trabajo de su filmografía.
El sobreviviente es una producción independiente de acción que Berg hizo con un presupuesto de 40 millones dólares, cuyo rodaje se concretó en apenas 40 días.
Una historia que narra la fallida operación de los comandos SEAL para eliminar al líder talibán Ahmad Shah en el 2005.
La película recrea estos hechos desde la visión del soldado Marcus Luttrell (interpretado por Mark Wahlberg), quien hizo conocido este tema con su libro "Lone survivor".
El director presenta una narración similar a la que utilizó Ridley Scott en La caída del Halcón Negro, otro hecho real que tiene algunos puntos en común con esta historia.
Es decir, en los primeros 15 minutos del film se muestra a los soldados distendidos mientras se preparan para la misión y luego se mete de lleno en la acción hasta el final.
La diferencia es que la batalla de Mogadiscio fue una operación mucho más grande y la película de Scott tuvo un presupuesto tres veces mayor al de El sobreviviente.
Lo mejor de este film y el motivo por el que lo recomiendo pasa por el trabajo de los actores y la realización de Peter Berg .
El grupo que conformaron Wahlberg con Taylor Kitsch (John Carter), Emile Hirsch (Meteoro) y Ben Foster (quien por fin pegó un papel donde no hace de psicópata descontrolado) es excelente y tienen muy buenos momentos a lo largo de la trama.
Esta es una de las pocas películas bélicas recientes donde se puede ver con realismo a los soldados shockeados por el estrés postraumático luego de haber entrado en combate. Hay una escena en particular donde los cuatro protagonistas están acorralados y empiezan a delirar cosas sin sentido, perturbados por el encuentro que tuvieron con las fuerzas de los talibanes, que retrata muy bien esta cuestión.
Por otra parte, el trabajo de Berg en las secuencias de acción resultó soberbio. Durante más de una hora logra mantener la atención sobre los hechos con cuatro tipos tratando de escapar de sus enemigos.
La manera en que se retrata la violencia brutal de los combates, sumado a la fotografía de Tobías Schliessler (clásico colaborador de este realizador) y los efectos de sonido lograron que dentro de este género, El sobreviviente se destaque por un gran trabajo en los aspectos técnicos y visuales.
Me gustó mucho como el director desde su narración logra envolverte con suspenso en la experiencia del protagonista.
Creo que ningún ser pensante puede esperar que esta producción repudie a los Estados Unidos por su rol de policía mundial que derivan en estas masacres sin sentido, para ambos bandos en conflicto, como las que se narra en esta historia.
De todos modos, cabe destacar que los aspectos más melodramáticos y patrioteros de esta propuesta nunca llegan ser tan terribles y chocantes como otras producciones que se hicieron en los últimos años.
En esta película me quedo con el gran trabajo que tiene en los aspectos técnicos, pese a ser una producción bélica de bajo presupuesto y las interpretaciones del reparto. Dos buenos motivos por los que vale la pena conocer este estreno.
EL DATO LOCO:
Ahmad Shah, el líder talibán al que supuestamente tenían que matar los soldados norteamericanos en la fallida misión Red Wings, tiene una historia que tranquilamente da para otra película aparte.
Desde fines de los ´90 y hasta el 2001 peleó contra los talibanes y fue enemigo del grupo terrorista Al-Qaeda. Sin embargo después cambió de bando y teminó liderando a los hombres que solía combatir.
Luego de los hechos que se narran en este film se convirtió en un héroe para los talibanes y fue felicitado por Osama bin Laden en una carta. En el 2008 murió en un tiroteo con la policía de Pakistán cuando se negó a revelar su identidad en un puesto de control en la localidad de Khyber Pakhtunkhwa.