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Como suele ocurrir con esta clase de historias cada vez que llegan al cine, en todos lados la referencia inmediata que se hace es el Proyecto Blair Witch, que para mucha gente es la primera obra de este estilo.
Eso no es cierto y lo voy a seguir repitiendo cada vez que se estrene una película desarrollada en esta línea.
La leyenda de Boggy Creek, de Charles B. Pierce, fue la gran pionera en combinar en 1972 el género documental con el terror y El último exorcismo está especialmente conectada con esta película ya que fue desarrollada de una manera similar.
Esta producción de Eli Roth nos presenta un documental con musicalización y cortes de edición que retrata el trabajo cotidiano de un pastor chanta que practica exorcismos sin creer en ellos.
La verdad que si bien se vende como una historia de terror esta propuesta en realidad es un buen film de suspenso que tiene algunos momentos aterradores, que no es lo mismo.
Comparada con las cosas que se vienen haciendo últimamente en el género esta película es una producción decente donde los realizadores se preocuparon por contar una historia que no se enfoca tanto en los clichés baratos para asustar al espectador de cualquier forma, como golpecitos en las paredes o chirridos de puertas sin aceitar, sino en las emociones que viven los personajes.
La historia de posesiones demoníacas no son fáciles de trabajar ya que siempre cuentan con ese tremendo antecedente en el cine que es El Exorcista, la obra maestra de William Friedkin, que en mi opinión es la mejor película en la historia del terror.
Las comparaciones siempre van a ser inevitables y director Daniel Stamm logró superar este obstáculo al hacer un film que evitó la mayor cantidad de clichés posibles en lo que se refiere a los exorcismos y las posesiones satánicas.
El trabajo de Stamm se enfoca más en las emociones de los protagonistas más que en las escenas impactantes y luego de presentar muy bien a todos los personajes comienza a construir un thriller que te van enganchando por completo, gracias al manejo que tuvo el director de la tensión y los momentos de suspenso.
Me pareció muy interesante que el conflicto estalle entre un pastor chanta, al que nadie le compraría un auto usado y se aprovecha de la desesperación de la gente y un grupo de fanáticos religiosos que tienen la cabeza totalmente quemada.
La combinación es explosiva.
Dentro de los últimos filmes que se hicieron con el estilo del falso documental o material fílmico perdido El último exorcismo presenta por lejos el mejor reparto que vimos hasta ahora.
Si encima sumamos que el guión trabajó muy bien el desarrollo de los personajes no es difícil percibir que el film es un trabajo superior a Actividad Paranormal (último antecedente dentro de este estilo) y los mejores momentos de la trama se destacan por la cosas que el director evitar mostrar de manera gráfica, sino que más bien las insinúa.
Por ejemplo, la escena en que la chica poseída toma la cámara y se pone a caminar sola es brillante. No muestra gran cosa pero en el contexto de la historia es un momento aterrador.
El problema que tiene El último exorcismo es que para mi los realizadores asumieron un riesgo en la conclusión que al final arruinó de alguna manera el cuento.
Los dos minutos finales están totalmente tirados de los pelos y resultan forzados.
Todo lo que venían trabajando con sutileza lo tiraron por la borda y lo peor de todo es que generaron que la película carezca por completo de sentido, ya que el enfoque cinematográfico es totalmente opuesto a lo que hicieron durante toda la historia.
Salvo que el propio Satán se encargara de la postproducción del documental la escena final no cierra para nada.
Más allá de esa conclusión que no me pareció acertada la historia está muy bien construida y es un thriller que se disfruta hasta ese momento.