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El sueño del pibe comiquero hecho realidad.
Probablemente al leer estas líneas todavía no viste la película y lo que puedo asegurarte es que Los Vengadores es todo lo que te imaginás y más.
Hablamos de una de las fiestas pochocleras y comiqueras más importantes de las últimas décadas.
Es muy loco porque estás en el cine sentado en tu butaca con los anteojitos y mirás a la pantalla y no podés creer lo que está sucediendo frente a tus ojos.
Todos esos íconos populares del universo Marvel que siempre vimos juntos en el papel ahora cobraron vida en un film live action que para los amantes del género (tanto en la historieta como en el cine) es sencillamente inolvidable.
La trama de Los Vengadores se vino construyendo desde la primera entrega de Iron Man y la virtud del trabajo del director Joss Whedon reside en que supo ensamblar a la perfección todos estos personajes fuertes para brindar una gran aventura épica de superhéroes.
El film dura 142 minutos y no da respiro desde la primera escena. No pierden tiempo en presentaciones. Todo el mundo ya conoce los orígenes de los personajes y en este caso los reunieron para que trabajen juntos en una misión.
La historia es super sencilla y clásica pero funciona por la manera en que te la cuentan.
El director Whedon, desde mi punto de vista, consiguió darle el espacio necesario a cada personaje y de esa manera logró que el gran protagonista del film sea justamente el equipo que forman los héroes.
Por ejemplo, Robert Downey Jr, no sólo es uno de los mejores actores que existen en el cine desde hace décadas, sino que además sobresalió como el mejor casting que se hizo de un superhéroe desde el Superman de Christopher Reeve.
Lo que hace con Tony Stark es tan grande y soberbio que una película de Iron Man sin él hoy ya no sería lo mismo.
Si este film no hubiera estado bien construido desde la dirección y el guión Los Vengadores tranquilamente se habría convertido en Iron Man y sus amigos por el tremendo carisma y talento de Downey Jr.
Sin embargo, el director Whedon logró darle su espacio, donde tiene diálogos desopilantes, pero siempre dejando claro en la historia que Stark es un integrante más del grupo.
Me encantó que dentro de la ficción Iron Man le cediera el rol de liderazgo al Capitán América y lo dejara comandar las acciones del equipo, que es como debe ser, por una cuestión de trayectoria y tradición comiquera.
La película, al igual que los filmes de Iron Man, combina muy bien el humor con la acción y entre las escenas donde interactúan los héroes entre sí hay momentos fabulosos.
En materia de acción la película es extraordinaria y Whedon brinda secuencias maravillosas, especialmente hacia el final donde te volvés loco. En un momento hay una toma en plano secuencia donde la cámara va siguiendo a todos los Vengadores en acción que es maravillosa.
Hay algo de este estreno que merece un párrafo aparte.
REVELACIÓN TOTAL DE LA PELÍCULA: HULK!!!
Es loquísimo porque lo que no pudieron hacer dos largometrajes dedicados a este personaje Joss Whedon lo logró en el film de Los Vengadores. Hulk no sólo se roba mal la película, con un par de escenas memorables que quedarán en el recuerdo de los fanáticos, sino que además Marvel brindó la mejor interpretación que se hizo del personaje en el cine.
En este film uno puede ver y disfrutar la cualidades que hicieron de este antihéroe uno de los personajes más queridos de este universo de ficción.
Acá finalmente retrataron al Hulk zarpado y desatado que mucho de nosotros conocemos de las historietas y nunca terminaba de aparecer por completo en las otras producciones.
El intercambio ideológico que en un momento el gigante verde tiene con Loki es sencillamente de antología. Con todo respeto, pero si esa escena no te roba una sonrisa deberías saber que sos un zombie o miembro de FIPRESCI, que para el caso es lo mismo.
Es una pena que Edward Norton no regresara para interpretar a Bruce Banner porque la película hubiera sido perfecta, pero es justo reconocer también que Mark Ruffalo hizo un muy buen trabajo en el rol del científico.
Los Vengadores es una fiesta que no tiene desperdicio y no se puede dejar pasar en el cine.
Un auténtico bálsamo de felicidad para tu niño interior.