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La misma luna es esa clase de películas que representa un festín para los críticos cínicos y amargos que viven tirándoles flores a los bodrios nacionales, que son vistos por ellos únicamente en las funciones de prensa.
Se trata de esa clase de cuentos bastante sentimentalistas que se prestan para ser atacados. Ocurrió hace unos meses con August Rush.
La ópera prima de la directora Patricia Riggen es una linda historia sobre un chico de nueve años que vive en una aldea rural de México y emprende por su propia cuenta un viaje a la ciudad de Los Ángeles, para reencontrarse con su madre que no ve desde hace cuatro años.
El film narra dos tramas paralelas: El tremendo viaje del nene que pasa por un montón de cosas para cumplir su meta y la crisis de Rosario, la madre del chico que trabaja en los Estados Unidos y se replantea si vale la pena la distancia con su hijo para conseguir el sueño americano.
Si bien la película incluye unos palos hacia el Gobernador de California Arnold Schwarzenegger y sus políticas de inmigración, La misma luna no se destaca por su comentario político y la verdad es que tampoco fue concebida como un film de denuncia de temas sociales.
Lo mejor del film son las secuencias relacionadas con el viaje de Carlitos, interpretado por Adrían Alonso , quien creció muchísimo como actor desde la última vez que lo vimos en La leyenda del Zorro, donde tenía un personaje insoportable.
En esta historia está excelente y se nota que estuvo muy bien dirigido. Lo mismo ocurre con Kate del Castillo (Bordertown), quien ofrece una gran interpretación como Rosario.
Más allá de un par de escenas, que parecen salidas de una telenovela, La misma luna es una muy buena película con la que te enganchás cada vez más a medida que se desarrolla la historia.
No puedo cerrar este comentario sin destacar el acierto de la directora de incluir en la banda de sonido la famosa canción de los Hermanos Ortiz, “Superman es ilegal”.
Un tema que expresa que el Hombre de Acero, quien llegó a los Estados Unidos desde Kriptón sin documentos, no es más americano que los mexicanos que intentan trabajar en los Estados Unidos. Brillante. Esa canción es mortal y suena muy bien en una escena, que para mí es la mejor del film.
Entre las variadas propuestas que renuevan la cartelera tras las vacaciones de invierno esta película mexicana está para tener en cuenta.