C -
En el año 2000 Roland Emmerich estrenó El
Patriota, que fue una excelente épica de acción
y aventuras protagonizada por Mel Gibson y Heath Ledger. Por
lejos, el mejor film de este realizador, que además
brindó un trabajo soberbio de ese gran actor que es
Jason Isaacs, quien compuso un villano memorable.
Después de ver el nuevo trabajo de Emmerich queda claro
que El Patriota funcionó porque Gibson hizo mucho más
que interpretar al protagonista.
Si Mel hubiese dirigido 10.000 AC el resultado habría
sido un peliculón pochoclero. Bueno, de hecho, ya lo
hizo con Apocalypto, que el nuevo film de Emmerich roba burdamente.
El problema de este director es que se enfoca demasiado en
los efectos especiales y siempre termina por dejar de lado
a la trama y los personajes.
Día de la Independencia fue divertida, bizarra y logró
ofrecer un buen entretenimiento, sin embargo Godzilla, Stargate
y El día después de mañana eran puros
efectos especiales que intentaron maquillar un guión
hueco.
El principal problema de su nuevo trabajo surge cuando descubrimos
que los guerreros de una tribu primitiva, que viven en el
año 10. 000 antes del nacimiento de Cristo, son más
civilizados que Rambo!
Dejemos al margen que hablen un perfecto inglés, porque
es Hollywood y tampoco sería la primera película
que hace eso.
Las escenas de acción son penosas y no tienen nada
que envidiarle a los combates de los Powers Rangers o las
Tortugas Ninjas. Todo es tan ligth que termina siendo ridículo.
Un ejemplo. En un momento uno de los villanos intenta abusar
de “la chica” de la historia. ¿Cómo
resuelve la situación el héroe de Emmerich?
Le pega con un palo en la cabeza.
¿Cómo resolvía la misma situación
un héroe de Mel Gibson? Le atravesaba la garganta con
una lanza.
No estamos hablando de La Sociedad de los Poetas Muertos o
Sensatez y Sentimiento, sino de una épica de acción
sobre guerreros primitivos que propone en el trailer un film
que no termina de brindar la película.
Al margen que las secuencias de acción son patéticas,
la historia es aburrida y se pone pesada durante su desarrollo,
ya que el film no tiene alma y lo que es peor carece de suspenso.
Es una historia fría, sin pasión, con personajes
que no generan interés.
Yo no sé si tendrá algo que ver que el bando
de “los buenos” parecieran antepasados de Bob
Marley y por eso eran más pacifistas, pero el accionar
de los protagonistas es enfermante.
Hacia el final, el héroe hace un discurso para alentar
a sus tropas. Sólo en una producción de Emmerich
las tribus de guerreros apoyarían a semejante pecho
frío que inspira cero confianza. Uno recuerda esos
discursos memorables de William Wallace en Corazón
Valiente o Morpheus en el clímax de Matrix, donde los
escuchabas hablar y a vos como espectador te daban ganas de
sumarte a la tropas y es imposible no reírse cuando
llega un momento similar en 10.000 AC. Tal vez para el Cartoon
Network no está mal, pero yo esperaba otra cosa. Después
del películón que nos ofreció Zack Znyder
con 300, otra épica de acción en serio, te encontrás
con esto y querés llorar.
Los efectos especiales son bárbaros pero no sirven
de nada si la historia y los personajes no generan interés.
Después de ver este tipo de producciones con más
fuerza digo GRACIAS Mel Gibson, GRACIAS Silvester Stallone
, GRACIAS Ridley Scott. Pueden criticarlos y decir lo que
quieran pero en materia de acción no hay con que darles.
Ojo, seguramente habrá gente que le parecerá
una obra fabulosa lo nuevo de Emmerich y está bien.
Son cuestiones de estilos. Para mí el cine de acción
es otra cosa y en ese sentido 10.000 AC es una producción
que decepciona por completo. Espero que Warner traiga de vuelta
al director al país, pero esta vez para pedir disculpas.