En las semanas siguientes empezó a investigarse en mayor detalle el intento de golpe de Estado y Himmler ordenó a la Gestapo proceder al arresto de todo individuo que tuviese alguna clase de relación con los conspiradores, orden que luego abarcó extraoficialmente a numerosos alemanes sospechosos de oponerse al régimen nazi, como el clérigo Dietrich Bonhöffer, cuyas ideas antinazis eran ya conocidas, o el general Franz Halder, quien no se unió a la conspiración pero a quien Hitler creía capaz de iniciar otro complot por su cuenta. Inclusive fue arrestado el almirante Wilhelm Canaris por cuanto subordinados suyos habían participado en la conspiración y sobre todo por la profunda desconfianza que hacía años Heinrich Himmler sentía hacía él. Resultó sencillo reconstruir la compleja red de conspiradores debido a la incautación de cartas y diarios de los conjurados ya arrestados, lo cual permitió seguir la pista a numerosos conspiradores que habían abandonado la sublevación a último momento, por ejemplo en el caso de Friedrich Fromm la Gestapo halló en sus oficinas del Bendlerblock una lista del futuro «gabinete de gobierno» que pretendía formar Carl Goerdeler tras la muerte de Hitler. Se calcula que hubo en total unos 5.000 arrestos y 200 ejecuciones de opositores al régimen nazi, aunque no todas referidas a conjurados del 20 de julio. Los detenidos que no habían sido aún ejecutados quedaron a disposición de la «Corte Popular» dirigida por su presidente, el juez nazi Roland Freisler. Himmler ordenaba la detención de todos los miembros del clan von Stauffenberg, hombres, mujeres y niños para su posterior ejecución bajo el concepto de Sippenhaftung. Los primeros procesos empezaron el 7 de agosto de 1944 pero ya Hitler había ordenado que los encausados sean condenados a muerte y ejecutados en la horca, sin excepción; entre los condenados estaban Carl Goerdeler, Popitz, Julius Leber, Friedrich Graf von der Schulenburg, Ulrich von Hasell, entre otros. Escasos fueron los conspiradores arrestados que intentaron negar su participación en el complot, otros líderes de la conjura como Tresckow y Ludwig Beck se habían suicidado antes de ser arrestados, otros jefes militares fueron acusados también de haber tenido contacto con jefes de la sublevación y en consecuencia arrestados; una excepción fue el general Erwin Rommel, quien fue acusado de haberse contactado con los líderes de la conspiración y de no haber alertado a sus superiores al tener conocimiento de tales planes, por ello se le ofreció la opción de suicidarse y así evitar un juicio público con el arresto de sus familiares, ante ello Rommel optó por el suicidio. De modo similar el general Günther von Kluge fue llamado a Berlín para ser investigado, pero temiendo ser considerado como conspirador debido a sus críticas a Hitler, también cometió suicidio. Las ejecuciones de conspiradores u opositores al régimen nazi relacionados con la conspiración del 20 de julio de 1944 continuaron hasta los últimos días de la Segunda Guerra Mundial en mayo de 1945.Acá pueden leer todo por si les interesa. La película va mucho más allá de una tonta película de suspenso, donde le héroe se salva. Quienes la hicieron estimaban que la mayoría de las personas conocen eso, y la hicieron para contar la historia!!! Y si no fuera así, para que hacen Titanic, The Doors, o lo que sea!!! es historia chicos y una película no puede cambiar el final. Pero si puede mostrar a esa gente que jamás se enterará de lo que pasó en el mundo, acercarlos un poco al conocimiento... En fin... sigan mandando mails puteando... pero agarren un libro que no muerde o usen internet que es gratis. Y les anticipo... AL CHE GUEVARA, LO MATAN EN CHE - GUERRILLA!!! (perdón)