En la era analógica los cines estrenaban películas en 35mm. Estos rollos de películas eran realizados por las distribuidoras.
Una copia podía costar entre 1.500 y 2.000 dólares. La distribuidora le daba una copia a cada cine por cada sala. Es decir que si salían con 10 copias la distribuidora gastaba un mínimo de 15.000 dólares por un estreno.
En la era digital eso cambió. El costo del copiado casi que desapareció, pero los cines fueron los que hicieron mayormente la inversión para los nuevos proyectores.
En Estados Unidos y el resto del mundo para poder ayudar a la digitalización de los cines las grandes productoras implementaron el "VPF" o Virtual print fee.
Este VPF era de aproximadamente la mitad del costo de una copia y se fijó en cada país entre 600 y 800 dólares. Esto lo pagaba la distribuidora/productora a cada cine por sus estrenos.
Supuestamente esto será por tiempo limitado. Y el valor total se aplicaría sólo si la película está en todos los horarios de una sala por dos semanas completas. En el caso de ser menos obviamente los valores son menores.
En la Argentina costó mucho su implementación general y algunas distribuidoras grandes comenzaron a pagarlo a los cines antes de acuerdos generales. En julio 2015 aun no se han terminado de cerrar los acuerdos entre las partes. Esto es lo que está provocando algunos problemas con estrenos como se explicó en esta nota.